Esta ponencia se organiza en dos ejes principales. Por un lado, el planteo de un problema ligado a la tecnología de la datificación, la puesta en valor de su visualización y la necesidad de generar algún tipo de respuesta que lo asuma. Por otro, la propuesta de una interpretación posible desde un punto de vista filosófico. En efecto, en primer lugar, se pretende exponer críticamente que el medio digital nos impone pensar en qué consiste el nuevo modo de vida que genera. Ya no es suficiente el concebir a internet como un inmenso repositorio de información y conocimiento (cual baúl sin fondo) al que el individuo consulta quedando él mismo inmodificable, ni tampoco como una infinita red comunicativa por la que el individuo sólo se introduciría para comunicarse. Al contrario, es preciso aceptar que con tal tecnología ocurre una determinación recíproca, la cual es más efectiva y opera con mayor continuidad mientras más sea utilizado por los individuos y cuanto más se profundice su desarrollo por parte de las empresas fabricantes. El medio digital, pues, condiciona el desenvolvimiento vital de los individuos, y ello tiene una incidencia directa en las aulas, tal como se puede recoger de ciertas experiencias recolectadas por docentes en sus prácticas (alteración de la palabras, reducción de la participación oral, etc.). Por lo tanto, propondremos una interpretación filosófica posible que dé cuenta de cómo es que ocurre aquella interacción, con el fin de generar un conjunto de conceptos que, si bien no agoten toda la cuestión, permitan comenzar a pensar la trayectoria vital del individuo en el medio digital, y que ayuden a dimensionar los nuevos desafíos para la educación. Para ello, utilizaremos algunos conceptos de la semiótica (como la de Yuri Lotman), algunos conceptos significativos para estos fines de Nicolas Borriaud, y los trabajos de Carlos Scolari.