Mesa 9: Dinámica de la crisis global. Hacia una Geopolítica del siglo XXI

¿Cómo afecta la guerra Ucrania-Rusia el medioambiente y la economía de los países miembros de la UE?

  • Paula Suarez. Profesora de Geografía. (Instituto superior del profesorado N°2 "Joaquín V. González") Rafaela, Santa Fe
Resumen

La guerra de Ucrania está suponiendo una gran conmoción adversa para la economía mundial y especialmente para la europea. La invasión rusa ha generado un cambio cualitativo en la situación geopolítica, caracterizado por un aumento muy importante de la incertidumbre general y la percepción de riesgo de conflicto armado a gran escala, así como por un endurecimiento de las barreras entre bloques de países.
Ambos factores tienen importantes consecuencias económicas por múltiples vías. La incertidumbre tiende a reducir la inversión y aumenta las necesidades de gasto militar, dejando menos recursos para otras actividades. El agravamiento de la división en bloques interfiere con la eficiente división internacional del trabajo a largo plazo y afecta, de forma inmediata, a los flujos de comercio, turismo e inversión, generando problemas que serán especialmente graves en la medida en que resulten afectadas las relaciones económicas entre China y Occidente. A estas consideraciones generales hay que sumar el hecho de que la Federación Rusa es uno de los mayores productores mundiales de energía y otras materias primas claves, y el principal proveedor de estos productos para muchos países europeos.
La pérdida o encarecimiento de estos suministros supondría o, mejor dicho, ya está suponiendo un importante efecto negativo de oferta que amenaza con una estanflación o estancamiento económico como el de los años setenta.
El propósito de dicho trabajo será la recopilación y análisis de algunos datos relevantes para cuantificar y explicitar el impacto económico que el conflicto de Ucrania-Rusia está suponiendo para España y el resto de los países miembros de la Unión Europea (UE).
Me centraré en particular en tres factores que influyen sobre la gravedad de esta problemática: el grado de dependencia energética de Rusia, la importancia de este país como mercado de exportación y el gran impacto o destrucción medioambiental que ha dejado la guerra en ambos territorios.
El primer factor tiene entidad propia, aunque esté ligado al tercero, porque las infraestructuras de distribución existentes en buena parte de Europa (fundamentalmente oleoductos y gasoductos con origen en Rusia) hacen muy difícil un cambio rápido de proveedores. Los dos primeros factores son fácilmente cuantificables con los datos que Eurostat (La oficina Europea de Estadística) proporciona sobre los flujos comerciales con Rusia y su componente energético. El tercero, sin embargo, nos exige lograr comprender individual y colectivamente sus consecuencias medioambientales, así como también todas las pérdidas humanas, con una importante naturaleza que sufre una degradación acelerada, en términos de agua, aire y deforestación.